Con mis manos nerviosas,
vuelvo a ser ese adolescente,
torpe y tímido: perdido,
entre los pliegues de tu falda.
Tu cabello es tan negro como una galaxia,
se expande en forma de arco
y da la impresión de no tener fin.
La perfección es para mí, de mañana,
cuando entre sueños me despierto perdido,
entre el mar de lunares de tu espalda.
Galaxias en tu espalda
Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.