A veces pensamos que el arte es algo reservado para museos o galerías, pero basta con caminar por una ciudad como Murcia para encontrarlo en cada rincón. La Mujer de las Flores, en la Plaza de Santa Catalina, es un claro ejemplo: un edificio cualquiera transformado en un lienzo gigante por la gallega Lula Goce. 32 metros de color y realismo que te obligan a levantar la mirada y admirar cada detalle. Este mural nos recuerda que el arte no tiene límites y que, muchas veces, está ahí donde menos lo esperas…